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Lunes, 08 de agosto de 2016 
Canciller Muñoz condecoró con el título de Embajador Emérito a Mariano Fontecilla
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El Ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz, encabezó hoy la ceremonia de condecoración con el título de Embajador Emérito a Mariano Fontecilla, por sus 70 años de servicio en el Ministerio de Relaciones Exteriores. Durante el homenaje, el Canciller destacó el gran aporte que el Embajador Fontecilla ha realizado no sólo al Ministerio de Relaciones Exteriores, sino que a todo el Estado.

"Cada vez que se le ha confiado una labor importante a Mariano, la sabe realizar con reserva y con eficiencia. Yo mismo le he encomendado algunas tareas y las ha hecho con éxito", afirmó el Ministro, junto con expresar el apoyo y agradecimiento por todo lo que el Embajador "hace y continuará haciendo" por el Ministerio y por el país.

Tras la entrega del diploma, el Embajador Fontecilla expresó su gratitud por la condecoración. "Recibo esta inédita distinción con indisimulado orgullo y satisfacción. Lo entiendo como un impulso para seguir perseverando en la vocación de servicio público en el tiempo que me queda".

El Embajador Fontecilla es egresado de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile y, además, tiene estudios en la Escuela Diplomática de España y en el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.

Durante su vasta trayectoria ha desempañado relevantes funciones al interior de la Cancillería. Fue Director del Ceremonial y Protocolo en dos ocasiones; y Director de la Academia Diplomática de Chile "Andrés Bello", entre otros cargos. Actualmente es Coordinador Diplomático con el Congreso Nacional.

En el exterior, en tanto, fue Secretario de las Embajadas de Chile en Italia, Vaticano y España; Ministro Consejero en España, Ecuador, Vaticano e Italia; Encargado de Negocios en Italia; y Embajador en España, Noruega, Italia, Finlandia, Islandia y República de Malta

A lo largo de su carrera también ha recibido una serie de condecoraciones y distinciones, entre los que destacan el título de Gentilhombre, otorgado por el Papa Juan Pablo II; la Orden Estrella de la Solidaridad italiana; y la Orden del Libertador San Martín en el Grado de Gran Cruz de Argentina, entre otros honores.