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Domingo, 5 de abril de 2015 
Diario El Deber, Bolivia
Heraldo Muñoz: "No habrá salida concertada mientras haya un juicio en curso"
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Mónica Salvatierra / Pablo Ortiz
EL DEBER

 

Heraldo Muñoz Valenzuela es el canciller de Chile y es el principal defensor de la posición de su país frente a la demanda marítima interpuesta por Bolivia. En muchas ocasiones su voz ha golpeado duramente en los escenarios mediáticos y diplomáticos, especialmente en las circunstancias de mayor tensión pública entre Chile y Bolivia.

Es quien lidera al equipo de abogados y diplomáticos que representan a su país ante el Tribunal de Justicia Internacional de La Haya, donde Bolivia demanda que Chile acepte dialogar de buena fe para alcanzar una salida soberana al mar.
El canciller chileno ve que el planteamiento de Bolivia es inviable, así como también ve inviable que las relaciones entre ambos países puedan avanzar en otros temas.

Chile ha impugnado la competencia del Tribunal de Justicia Internacional sobre la demanda marítima boliviana, al considerar que cualquier salida está incluida en el Tratado de 1904. Bolivia, por su parte, considera que ese espacio es totalmente válido porque el país no está mencionando el Tratado de 1904. Ya hay fecha para que ambas naciones hagan las argumentaciones y esa fecha está a poco más de un mes.

El siguiente fin de semana el equipo jurídico de Bolivia se reunirá para pulir la estrategia ante el Tribunal mencionado.
El canciller chileno aceptó responder un cuestionario planteado por EL DEBER, en el que deja clara la posición de su país.

¿Cómo están las relaciones entre Bolivia y Chile en este momento?
Las relaciones no están en un estado deseable. Tengo gran aprecio por el pueblo boliviano y por eso me parece lamentable. Hay una enorme distancia, una creciente distancia, entre la situación actual de las relaciones entre nuestros países y lo que nosotros estimamos debieran ser relaciones buenas y normales: relaciones de cooperación, de colaboración mutua, de trabajo conjunto para alcanzar un mayor desarrollo en nuestros países. A mi modo de ver, en este momento las relaciones están focalizadas en el siglo XIX y no en el siglo XXI, como debería ser.

¿Qué tanto ha afectado la demanda boliviana ante el Tribunal de Justicia de La Haya a la relación de ambos países?
Obviamente, mucho. Ha sido el punto de inflexión. Y la agresiva campaña que la ha acompañado, más aún.

La agenda de los 13 puntos sigue vigente, pero ¿avanza objetivamente?
La agenda de los 13 puntos sigue vigente, pero está paralizada. Y la razón no es otra que la demanda boliviana contra Chile ante La Haya: si usted está conversando con el propósito de construir acuerdos de largo plazo, y en medio de estas conversaciones su contraparte le interpone una demanda en los tribunales por materias que están en esas conversaciones, entonces no hay otro camino que detener las conversaciones y esperar que los Tribunales de Justicia emitan una sentencia.

No es compatible, por un lado, litigar en tribunales, con una campaña además ofensiva, y al mismo tiempo, conversar sobre aquello que está en tribunales como si esa demanda no existiera. Hemos perdido un tiempo precioso y se insiste en poner la mirada en el pasado y no en el futuro.

Usted ha dicho que Bolivia tiene salida al mar a través de territorio chileno, lo único que no es soberana. Pero desde la Cancillería de Bolivia se asegura que de libre, el tránsito de las mercancías bolivianas no tienen nada.
Chile ha cumplido rigurosamente las obligaciones de libre tránsito establecidas en el Tratado de 1904. El puerto de Arica está prácticamente al servicio de la carga boliviana. Hay agencias aduaneras bolivianas en los puertos de Arica y Antofagasta. La carga boliviana tiene condiciones de almacenaje con gratuidad de las cuales no goza la carga chilena o de terceros países.

Tomamos las medidas para habilitar el puerto de Iquique, a solicitud de Bolivia, pero hasta el día de hoy esa opción no se concreta por decisión del Gobierno boliviano. Hemos comparado las facilidades de libre tránsito que Chile le proporciona a Bolivia con aquellas disponibles para otros países sin litoral, y puedo asegurar que son mucho más amplias. Así me lo han dicho, por lo demás, autoridades de otros países con los que hemos comentado el tema y que desearían las condiciones de acceso al mar que Chile le otorga a Bolivia.

¿Qué pierde Chile y qué pierde Bolivia con las relaciones diplomáticas interrumpidas entre ambos países?
Lo que pierden Chile y Bolivia al no tener relaciones diplomáticas es pensar y actuar juntos. El siglo XXI no espera; los desarrollos y cambios van a velocidades crecientes. Hace poco más de 20 años internet y las redes sociales no existían. Mire cómo ha cambiado al mundo en un periodo tan corto. Cuando uno lee los objetivos de la Agenda Patriótica Bicentenario 2025 de Bolivia uno ve coincidencias en tareas que podríamos trabajar juntos, pero este juicio en La Haya congela todo; es un paso más hacia el retroceso que hacia el futuro. Cuando volvamos a retomar un diálogo amplio y fructífero entre chilenos y bolivianos serán muchos los que dirán: por qué perdieron tanto tiempo.

El comercio entre nuestros países ha aumentado significativamente los últimos años y haremos lo posible porque siga creciendo. Los migrantes bolivianos siguen llegando a Chile y gozan de todas las garantías que tienen los migrantes en Chile. Incluso tenemos programas de becas y proyectos de cooperación con entidades bolivianas. Pero es claro que el tema marítimo, tal como lo define Bolivia, impide que se desarrolle todo el potencial de las relaciones mutuas.

Bolivia plantea que el enclaustramiento marítimo ha afectado de manera seria al crecimiento económico de este país. ¿Qué opinión tiene al respecto?
Como la revisión unilateral o judicial de un tratado de límites es una vía muerta en el derecho internacional, sabemos que Bolivia recurre al subterfugio de invocar supuestos actos unilaterales de Chile con los que, al final, pretende lograr el mismo resultado: una cesión soberana de territorio que inevitablemente significaría una modificación del tratado de límites que no pudo alterar por otra vía. Como el Pacto de Bogotá, único instrumento que podría otorgarle jurisdicción a la Corte de La Haya en esta materia, impide en su artículo VI que la Corte se aboque a asuntos que "se hallen regidos por acuerdos o tratados en vigencia en la fecha de la celebración del presente pacto", Chile ha impugnado la competencia de la Corte en este caso.

En Bolivia se han conocido manifestaciones de chilenos a favor de la causa marítima boliviana. ¿Cómo ve esta situación?
Chile es un país democrático donde rige plenamente la libertad de expresión. Pero es importante tener claro que los sectores que apoyan la aspiración soberana de Bolivia son absolutamente minoritarios y poco representativos de la opinión pública.

En democracia, los pueblos se expresan a través de sus representantes elegidos por la soberanía popular. El Congreso Nacional, principal depositario de esa soberanía, ha sido muy claro en desestimar cualquier cesión de territorio a favor de Bolivia. En las encuestas de opinión, la simpatía por la pretensión soberana boliviana es mínima e incluso ha descendido sistemáticamente desde niveles que nunca fueron altos.

Cada vez existe más la tendencia de Bolivia de tratar el diferendo marítimo como un tema multilateral, ¿qué opinión tiene Chile al respecto?
Los tratados de límites que los países han firmado libremente son asuntos que atañen única y exclusivamente a quienes los han firmado. Los límites entre Chile y Bolivia están definidos en el Tratado de 1904 y solo atañe a ambos países.¿Qué razón habría para que otros países intervengan en ello? ¿Por qué razón Chile o Bolivia tendría que intervenir en los límites de otros países hermanos de América Latina, de Europa o de otros continentes? Más aún, ¿qué puede mostrar Bolivia después de haber llevado este tema a diversos foros multilaterales? Nada. No se puede atacar en el ámbito multilateral al país con el cual se pretende negociar. Es inconducente.

¿Se podrá llegar a una salida concertada entre ambos países antes de que La Haya dicte sentencia?
Lo veo imposible. Es inviable pretender una salida concertada en medio de un juicio en curso. Ahora solo queda esperar los resultados del Tribunal.

 

Fuente: http://www.eldeber.com.bo