“En los últimos años se ha promovido un ingreso mucho más paritario e inclusivo, donde el rol de mujeres en cargos de toma de decisiones ha sido relevante”

De profesión abogada, Marta Bonet egresó el año 2000 de la Academia Diplomática, siendo la primera alumna de su generación, lo cual le permitió conseguir una beca para obtener un master en la Escuela Nacional de Administración en París. En su trayecto en la Cancillería, se ha desempeñado en el departamento económico de la Embajada de Chile en Estados Unidos; fue Representante Permanente Alterna ante la OMC en Ginebra y, luego, Representante Permanente Alterna ante la OCDE en París.

En Santiago, le ha correspondido trabajar en la Secretaría General de Política Exterior, la Dirección de Personas y la Dirección Multilateral. Además, fue presidenta de la Asociación de Diplomáticos de Carrera (Adica) durante dos años. Hoy le corresponde conducir la Academia Diplomática en un escenario muy distinto al que le tocó vivir cuando ingresó el año 1999.

— Se inició un nuevo año académico, ¿qué diferencias sustanciales aprecia entre la Acade de hoy y la que le tocó vivir 25 años atrás?

“En alguna forma, la academia es el reflejo de las cosas que están ocurriendo en nuestro país y en el mundo. Prueba de ello es que cuando ingresé, en 1999, el curso de la academia lo componían 15 estudiantes; 13 de ellos hombres y dos mujeres. Esa situación de disparidad era muy común en esa época se había dado en años anteriores, y se mantendría durante los años siguientes. Sin embargo, tuvimos la suerte de compartir con el curso internacional que se impartía en esa época que, curiosamente era mayoritariamente de mujeres.

A diferencia de lo vivido como alumna, hoy me corresponde conducir una academia que tiene una mayor presencia de mujeres. El curso que inició este año su proceso formativo lo componen 20 estudiantes, con una mayor presencia de mujeres; en total 11. Una tendencia de ingreso, más paritaria, que se ha venido repitiendo en los últimos años. Pienso que, paso a paso, la academia se ha ido transformando en un espacio más inclusivo, que —sin la necesidad de establecer cuotas y con un sistema de ingreso basado en el mérito— responde de mejor forma a las necesidades de un Chile que demanda mayor igualdad y paridad”.

— ¿Cuáles son los elementos que cree pueden explicar esta nueva tendencia?

“Existen muchos factores que pueden explicar esta nueva tendencia, que esperamos que se mantenga y se proyecte. En los últimos años se ha promovido un ingreso mucho más paritario e inclusivo, donde el rol de mujeres en cargos de toma de decisiones ha sido relevante.

Asimismo, la Cancillería está comprometida con impulsar los temas de la Política Exterior Feminista en todos los niveles, tanto internos como externos.

Por otro lado, se ha fortalecido el proceso de difusión del concurso en todo el país. Incluso se toman exámenes de ingreso presenciales y virtuales para ampliar la participación de postulantes de distintas regiones. Además, se ha ampliado el acceso a postulantes provenientes de otras carreras, distintas de las tradicionales (derecho, ciencias políticas, historia, etc).

Todo lo anterior ha permitido contar con mayor diversidad académica, geográfica y de género, siempre manteniendo altos estándares de selección.

Finalmente, un elemento destacado de las últimas promociones ha sido la postulación de funcionarios del estamento profesional de Cancillería, de las áreas política, consular y administrativa. Cuatro de ellos sortearon con éxito el último proceso de selección y son parte del actual curso, aportando con su experiencia previa y conocimiento del ministerio.

En suma, se percibe mucho interés por conocer la labor diplomática y por ingresar a estudiar en la academia. Los postulantes son personas muy preparadas académicamente, con distintas historias y bagaje.